Ahora que ha acabado el año 2020 y no han parado de decir, que se vaya este año bienvenido 2021, he hecho balance de este año y de los anteriores.
Gracias a la terapia Gestalt, veo las cosas de otra manera, lo veo como una oportunidad, es decir, os pongo en antecedentes: el 30 de diciembre falleció una gran amiga (de cáncer), el año pasado mi tía también, el anterior mi amiga Sara y mi padre tiene cáncer (escribo este artículo sabiendo tristemente lo que es la pérdida de un ser querido), bueno, pues todas estas personas a las que quiero y tengo muy presente, me decían que “la vida hay que vivirla”, de ahí que vea la vida como una oportunidad.
La Gestalt me ha enseñado con el ”aquí y ahora”, tomar conciencia de mi mismo y sentir lo que está ocurriendo en este momento, no en lo que va a pasar, ya que, el futuro no sabemos lo que ocurrirá. Si hago balance de este año, me quedo con la solidaridad entre vecinos en momentos de confinamiento, he podido pasar tiempo con mi mujer y mis hijos, nació Punto Cero…
En ningún momento quiero decir que haya sido fácil, lo que quiero decir, es que, la Gestalt me permite tomar conciencia de lo que me está pasando en este momento, permitiéndome sentir y disfrutar de las pequeñas cosas (que no son tan pequeñas) que me pasan en el día a día y que no las tengo en cuenta o son tapadas por otros acontecimientos igual de importantes pero tapan estas cosas tan maravillosas.
“La vida es un regalo que hay que disfrutarlo” eso decía mi amiga Sara que murió con 40 años y un hijo pequeño, mi amiga Hallie murió el 30 de diciembre, y aunque estoy triste por su ausencia, también estoy orgulloso de haberla conocido y que ella haya formado parte de mi vida.
Mi opción de vida, es vivir mi vida, disfrutar de esos pequeños detalles que pasan en cada momento de nuestra vida que son tapados por otros acontecimientos que no son tan agradables. Pongo un ejemplo: “cuando nació mi primer hijo me quedé en el paro, estaba preocupado por encontrar trabajo, con ayuda de mi terapeuta me ayudó a disfrutar de ese tiempo para estar con mi hijo. No fue fácil, sin embargo, el ver como una oportunidad el estar con mi hijo me ayudó a llevar esa situación económica de otra manera, de una mirada diferente”.
Eso es la Gestalt para mi, otra mirada diferente, una forma de vivir y sentir la vida.
Muy buen artículo!, el dolor es como mínimo un buen maestro que nos hace recapacitar de manera periódica valorar lo que tenemos…